La Duma Estatal aprobó por unanimidad una petición a la Asamblea General de las Naciones Unidas, a los parlamentos de los Estados miembros de la ONU y a las organizaciones parlamentarias internacionales sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de la República de Cuba.
«Esta es la posición de todas las facciones políticas de la Duma Estatal, y la expresamos públicamente antes de que se examine la cuestión en la Asamblea General de las Naciones Unidas», señaló el jefe de la Duma Estatal, Vyacheslav Volodin
Vyacheslav Viktorovich
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El jefe de la Duma recordó que, año tras año, la Asamblea General de la ONU aprueba resoluciones sobre la necesidad de poner fin al bloqueo a Cuba, que cuentan con el apoyo de la gran mayoría de los miembros de la Organización. Según él, estas medidas son «un intento de quebrantar la voluntad del pueblo cubano»: las restricciones obstaculizan el desarrollo de Cuba y causan daños a su economía que se calculan «en cientos de miles de millones y, si se tiene en cuenta el efecto acumulado, en billones de dólares».
«El pueblo cubano lleva 63 años luchando por su libertad. Aquellos que intentan presentarse como faros de la democracia y portadores de estándares, ¿dónde están esos estándares? Dejen en paz a Cuba, denles la oportunidad de resolver todas las cuestiones por sí mismos. No suponen ninguna amenaza para nadie. El pueblo cubano ha conquistado la libertad. No toquen a Cuba», declaró Vyacheslav Volodin. «Siempre hemos subrayado que cada pueblo debe tener derecho a decidir por sí mismo su camino de desarrollo y su estructura interna».
La posición de los diputados de la Duma Estatal con respecto al bloqueo de Cuba sigue siendo inmutable y categóricamente negativa. «Las acciones de este tipo contra un Estado soberano contradicen directamente los principios fundamentales del derecho internacional, entre ellos la no injerencia en los asuntos internos, la resolución pacífica de controversias, el respeto de los derechos humanos y la obligación de los Estados de cooperar entre sí», se señala en el documento.
En su opinión, las restricciones son «un instrumento injusto e inaceptable de política exterior que causa un daño considerable al bienestar de los ciudadanos cubanos, obstaculiza su desarrollo socioeconómico y desestabiliza la situación en la región».
«El bloqueo económico, comercial y financiero de la República de Cuba por parte de los Estados Unidos de América constituye una violación sistemática de las normas y principios fundamentales del derecho internacional contemporáneo. Esta política contradice directamente el espíritu y la letra de la Carta de las Naciones Unidas. Las sanciones económicas a gran escala impuestas con el fin de ejercer presión sobre un Estado soberano son ilegítimas», se subraya en la declaración.